Cuando tenemos una intolerancia o alergia alimentaria, tenemos que renunciar a algunos alimentos a pesar de que en el mercado tenemos alternativas a casi todo. Uno de esos alimentos que no puedo comer son los croissants, me encantan. Pero no he encontrado una alternativa que esté rica, así que decidí preparar estos croissants de brioche aptos APLV que quedan deliciosos y perfectos para desayunar de vez en cuando.
La mayor complejidad de esta receta es el amasado. Si estáis acostumbrados a hacer pan, os saldrá sin problemas pero si no habéis amasado nunca os recomiendo que utilicéis una amasadora.
En primer lugar mezclamos los ingredientes del prefermento y lo dejamos fermentar durante 30 minutos.
La masa
Mezclamos el prefermento con: la leche de arroz, la levadura, la miel, la harina, los huevos, sal y vainilla. Formamos una bola y dejamos que descanse 15 minutos.
Este paso es el más complicado, si no tienes experiencia amasando te recomiendo que uses una amasadora, que es lo que he hecho yo. Metemos nuestra masa en la amasadora y añadimos la mitad del azúcar y amasamos hasta que esté completamente incorporada. Repetimos la operación con la otra mitad de azúcar. Ahora agregamos la margarina (si estáis haciendo la receta a mano y amasar no se os da muy bien os recomiendo usar 90 gramos de margarina en vez de 110) y amasamos hasta que se integre completamente. En mi caso, mi amasadora tardó 45 minutos en formar la bola que veis en la imagen, así que no desesperéis, tarde o temprano la masa se formará.
Dejamos que la masa fermente durante 1 o 2 horas dependiendo del calor que haga en vuestras casas. Tiene que triplicar su volumen. en mi caso, estaba a 30 grados y en 1 hora ya tenía la masa lista. (Si, muerta de calor XD).
Quitamos el aire a nuestra masa y cogemos un trozo que estiraremos en forma de rectángulo.
Cortamos ese rectángulo formando triángulos con los de la imagen.
Vamos enroscando la masa desde la base hasta la punta y los ponemos sobre una bandeja de horno con una hoja de papel vegetal.
Una vez tengamos todos los croissants listos, los dejamos fermentar 1 hora hasta que doblen su volumen. Recuerda que deben estar bien separados los unos de los otros porque su tamaño aumentará. Consejo: para que el croissant no pierda la forma os recomiendo que la puntita del triángulo quede siempre debajo del mismo.
Pintamos los croissants con huevo y espolvoreamos con azúcar. Horneamos a 170 ºC unos 15 minutos con el horno previamente calentado.
Cuando los tengamos listos, los pasamos a una rejilla y dejamos enfriar.
Notas
La margarina que he utilizado es esta de marca ARTUA que no tiene trazas de leche.
Muy buenos, por dentro hasta tienen mejor pinta que un croissant de hojaldre.
La verdad es que en casa volaron, estaban muy tiernos y ricos.