Ayer os fui enseñando en mis stories de instagram, como iba preparando esta deliciosa cheesecake, o tarta de queso fría. Una delicia para todos nuestros paladares. Es muy suave y una textura mousse que encantará a la gran mayoría.
Esta receta es de mi madre, solía preparar esta tarta cuando yo era pequeña pero a mi no me gustaba. No me gustaba absolutamente nada, prefería la tarta de queso que va horneada.
Pero hace dos años o así, en le cumpleaños de mi abuela mi madre volvió a preparar esta tarta y decidí probarla. ¡Qué maravilla! Mi yo de 10 años no tenía ningún gusto. Jajaja.
Si os apetece darle una vueltecilla y presentarla en formato individual con un glaseado espejo, pasaos por este post. Os encantará para prepararla estas navidades.
Así que nada, aquí os dejo la receta y espero que os guste.
En primer lugar ponemos la leche a hervir. Mientras tanto mezclamos a parte las yemas con el azúcar y cuando la leche hierva, mezclamos todo a fuego muy bajo y sin dejar de remover esperamos a que la crema espese. No podemos hacerla a fuego alto o las yemas se cocinarán muy rápido y se nos cortará la crema. Una vez hecha retiramos a un bol y dejamos enfríar.
La cheesecake
Lo primero que haremos será hidratar las hojas de gelatina y diluirlas en la crema inglesa caliente. Dejamos enfríar.
Mientras la crema enfría, trituramos las galletas con la ayuda de una batidora y las ponemos en el fondo de nuestro molde. Derretimos la mantequilla y la ponemos sobre las galletas picadas. Mezclamos todo con las manos y extendemos la mezcla por toda la base del molde.
Si la crema ya está fría, le añadimos el queso y mezclamos bien. En otro bol, montamos la nata que añadiremos a la mezcla de queso y crema inglesa. Mezclaremos con la ayuda de una espátula con movimientos envolventes. Ponemos la mezcla en el molde y dejamos en la nevera, mínimo 4 horas.
La cobertura
Cuando tengamos la tarta cuajada, podemos preparar la gelatina para cubrir la tarta. Ponemos al fuego las frambuesas junto con le azúcar y dejamos cocinar a fuego medio durante 20 minutos.
Una vez hecha la mermelada, pasaremos a colarla para eliminar todas las pepitas. Aunque si os gustan podéis dejarlas. Seguidamente hidratamos las hojas de gelatina y las diluimos en la mermelada de frambuesas. Esperamos a que se enfríe.
Por último, cuando tengamos la gelatina fría, la ponemos sobre la tarta y dejamos que cuaje en la nevera por una o dos horas.
Desmoldar
Cuando tengamos la gelatina cuajada, ya podremos desmoldar la tarta con mucho cuidado. Si os sobraron frambuesas podéis ponerlas por encima para decorar la tarta.
Recuerda, si te ha gustado no olvides compartir la receta en tus redes sociales.
Otra forma muy original de preparar un Cheesecake es esta que nos propone El rincón de casa El caminero, tiene una presentación muy original y una pinta increíble.
Para prepararla utiliza gelatina de fresa tanto en la base como en la cobertura, de forma que la cheesecake queda envuelta por la gelatina, dándole un toque muy divertido y único.
Una receta muy interesante, parece bastante ligera en boca y seguro que agrada. El color de la cobertura de frambuesas es increíble.
No hay nada mejor como usar frutas naturales.